Tres aspectos cruciales para iniciar un tratamiento de pérdida de peso y mantenerlo
3 mayo, 2024 por
L. P. Omar Segura
La batalla contra el sobrepeso y la obesidad es uno de los desafíos de salud pública más significativos en el mundo contemporáneo. No solo se trata de alcanzar un peso ideal, sino de mantener un estilo de vida saludable a largo plazo. En México, como en muchos otros países, prevalece la tendencia a tratar las enfermedades en lugar de prevenir. Sin embargo, iniciar y sostener un tratamiento de pérdida de peso efectivo puede marcar la diferencia en la calidad de vida de una persona y reducir significativamente los costos de salud a futuro. A continuación, se exploran tres puntos esenciales para quienes están considerando iniciar este camino.

1. Inversión en la salud: Un enfoque preventivo

A menudo subestimamos los costos a largo plazo de no cuidar nuestra salud. En México, la prevalencia de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, como la diabetes tipo 2, es alarmante. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018), el 10.3% de la población adulta tiene diabetes. Los costos indirectos y directos asociados con el manejo de la diabetes y sus complicaciones pueden ser abrumadores. Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública estima que el costo promedio anual por paciente con diabetes es deaproximadamente $19 mil pesos, considerando tanto los gastos médicos directos como la pérdida de productividad.

Contrario a la percepción popular de que los tratamientos nutricionales son caros, la inversión en prevención es significativamente menos costosa a largo plazo. Adoptar una dieta balanceada, realizar chequeos regulares y mantener un estilo de vida activo son pasos cruciales para prevenir enfermedades crónicas. Al hacer estos cambios, no solo se reducen los gastos futuros en medicamentos y tratamientos, sino que también se mejora la calidad de vida.


2. Disposición al cambio: La clave para un tratamiento exitoso

El segundo aspecto vital para el éxito en la pérdida de peso es la disposición al cambio. Es común encontrar resistencia entre las personas que buscan mejorar su salud, pero no están dispuestas a modificar sus hábitos alimenticios o su estilo de vida. Para obtener resultados diferentes, es esencial hacer cosas diferentes, como sugería Albert Einstein.

Un estudio publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics resalta que la adherencia a cambios dietéticos a largo plazo mejora significativamente cuando los pacientes están realmente comprometidos y entienden los beneficios de modificar sus hábitos. Esto implica, por ejemplo, reducir el consumo de alimentos con alto índice glucémico y aumentar la actividad física. No se trata de adoptar dietas restrictivas permanentemente, sino de aprender a moderar y equilibrar la alimentación para mantener el cuerpo saludable.

3. Priorizar el tiempo para uno mismo

El último punto esencial es la gestión del tiempo. La vida moderna, con sus múltiples demandas, puede hacer que parezca imposible encontrar tiempo para cuidar de la salud. Sin embargo, priorizar este aspecto es fundamental. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, lo que se puede dividir en sesiones de 20 a 30 minutos diarios.

Planificar y anticipar son habilidades clave: dedicar un día a la semana para preparar comidas saludables puede evitar la tentación de optar por opciones menos saludables por conveniencia. Además, es crucial hacer espacio en la agenda para consultas médicas y ejercicio. Este enfoque no solo mejora la salud física, sino también la mental y emocional, contribuyendo a una mejor calidad de vida.

Iniciar y mantener un tratamiento de pérdida de peso requiere más que simple voluntad; implica una serie de decisiones conscientes y cambios estratégicos en el estilo de vida. Estos ajustes no solo ayudan a alcanzar y mantener un peso saludable, sino que también previenen una serie de enfermedades crónicas, mejorando así la calidad y expectativa de vida. Adoptar estos cambios es una inversión en el futuro, una que ofrece retornos significativos en salud y bienestar.
L. P. Omar Segura 3 mayo, 2024
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